miércoles, 1 de enero de 2014

Abbé Nozal "No entiendo la vida sin ironía"


LITERATURA

Abbé Nozal: «No entiendo la vida sin ironía» El artista palentino presentó en la librería Little Dream su primera novela

 

20.12.13 - 22:20 -

VIRGINIA T. FERNÁNDEZ | VALLADOLID

 

Al palentino Abbé Nozal (Tomás Nozal) se le conoce como pintor. Presente en el panorama artístico español desde los años 70, con alguna incursión posterior como cortometrajista, ahora desvela otra faceta creativa: la de escritor. En realidad, siempre lo ha sido. Tiene escritas tres novelas. La primera en publicarse ha sido 'Olvidé decirte que apagaras el horno', un libro autodistribuido cuya parte de ficción asienta sobre un hecho real, la desaparición en 1986 de la escultura de Richard Serra 'Equal-Parallel:

Guernica-Bengasi' del museo madrileño de arte contemporáneo Reina Sofía. La novela se presentó ayer las 20:30 horas en la librería vallisoletana Little Dream.

 

Nozal fue invitado en la primera inauguración del centro de arte como pintor participante en la disciplina de pintura asistida por ordenador. Recuerda el pintor que el Ministerio de Cultura se había gastado 37 millones de pesetas en la compra de la obra de Serra. Poco después, desapareció de un día para otro sin dejar rastro: «La policía investigó y los jueces iniciaron la causa pero no apareció nunca. Hablamos de una escultura de 38 toneladas. Fue lo que me excitó la curiosidad: '¿Cómo puede desaparecer una escultura que pesa

38 toneladas?'. De esa pregunta surge la novela», desvela el creador.

 

«En este caso la realidad superó la ficción con muchos cuerpos de ventaja», reflexiona. La investigación no dio ningún resultado, incluso los medios de comunicación, asegura, «olvidaron el tema», que quedó sepultado sin explicación alguna.

 

Abbé Nozal exhala al expresarse actitud combativa, reivindica con su forma de hacer («La novela es como soy yo, políticamente incorrecta», dice) y no puede disimular su cabreo con lo que está ocurriendo: «Hoy, si queremos vivir con un mínimo de dignidad tiene que ser a costa de vituperar a quienes pretenden adoctrinarnos, de lo contrario estamos perdidos», advierte enérgico. «Yo quiero vivir lo más coherentemente posible y preservar mi dignidad como persona», añade, y denuncia cierta dejadez ciudadana, «como si todos nos hubiésemos dormido, como si la dignidad personal de cada uno hubiese sido abducida por la clase gobernante».

 

Pero volviendo a la novela. 'Olvidé decirte que apagaras el horno' está vinculada a otra de las pasiones del artista: «Yo cuando escribo estoy haciendo cine, no lo puedo remediar», reconoce, «persigo que el lector acabe viendo una película y que sea él quien construya las imágenes. Doy las pautas para que eso ocurra», desvela Bozal, quien adelanta que su expresión como artista reúne «diferentes maneras de ver el mismo objeto, y todo eso está hilvanado por el amor». El amor, columna vertebral de la ficción en el

libro: «Hablar de amor se puede hacer de muchas maneras, aquí decidí poner en cuestión un determinado tipo de amor que la sociedad desprecia o arrincona. Esto tiene que ver con una sorpresa final. Todo el mundo buscará qué pasó con esa escultura. Lo va a encontrar pero va a saber muchas otras cosas...», deja en suspense la frase para no desvelar más de la cuenta.

 

Bozal Invita a vivir la vida con humor, otro de los elementos imprescindibles de su escritura: «Yo no entiendo la vida sin ironía, y la ironía es una parte fundamental del humor. Lo que ocurre es que no todo el mundo la entiende, eso hay que tenerlo en cuenta. El reto es encontrar el equilibrio».

 

De momento, el libro solo se puede obtener a través de su página web (www.nozal.com); por 19 euros en formato papel y por 2,99 en soporte digital. Para Nozal el precio de cada ejemplar es «un donativo» a cambio de un regalo. Y convierte esta forma de autodistribución en toda una reivindicación, tan familiarizado como está con el mundo virtual desde los 80. Internet «posibilita que un escritor hoy pueda ser productor y distribuidor de su propia obra», anima. «Todos los mecanismos concebidos para proteger la industria del libro hoy ya no sirven absolutamente para nada. Siguen vigentes sencillamente por inercia». El creador castellano y leonés justifica la denuncia recordando que antes un librero sí necesitaba el ISBN, por ejemplo, para localizar un libro, pero hoy los buscadores de Internet permiten dar con un título en unos pocos segundos, bien con el texto en la web del autor, bien con el punto de venta donde se puede encontrar.

 

Con todo, Bozal es muy consciente de las sombras proyectadas por las nuevas tecnologías. Una de las más dañinas, la piratería: «Hay que combatirla con educación, no con leyes restrictivas que no conducen a nada. De otra forma es imposible. Hasta que nuestros niños hayan aprendido a respetar la labor creativa seguirá habiendo piratería», asume, pero hoy por hoy «no vale de nada ninguna ley Sinde. Si esa ley fuese un papel solo serviría para envolver bocadillos, de chorizos...», enfatiza irónico.

 

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