viernes, 21 de diciembre de 2012

Nelly C. Piña "La ausencia"

LA AUSENCIA
                           Nelly C. Piña
Como siempre, los tres hermanos se pusieron de acuerdo para festejar el fin de año en la casa de la menor de los tres.
Como siempre, entre las ocho y media y las nueve, llegaron los dos hermanos varones con sus esposas e hijos. Después de cariñosos saludos, como siempre, se sentaron a la mesa que ya estaba dispuesta y a pesar de que se había colocado un plato y sus cubiertos en la cabecera principal, nadie ocupó ese lugar. Para los niños se había preparado una mesa más pequeña para que pudieran conversar libremente de sus temas preferidos.
El menú, como siempre, era: melón con jamón crudo para la entrada; como plato principal y único pesceto mechad o al horno con puré de papas y para  terminar, una refrescante ensalada de frutas.
La cena fue amena y cordial. Se conversó, como siempre, sobre el tiempo, se comentaron noticias domésticas;  se habló del futuro inmediato de los niños que todavía estaban cursando la escuela primaria algunos y otros la secundaria; y, como siempre, se elogió la comida que había preparado la dueña de casa.
En la conversación de los mayores se filtraban palabras que provenían de la mesa de los menores que revelaban los temas de su charla que, como siempre, eran los nombres de las bandas de rock del momento y de los más  destacados jugadores de futbol. Y, como siempre,no faltó la acostumbrada crítica a sus maestros y profesores.
Terminada la cena, después de una breve sobremesacomo siempre, las mujeres se ocuparon de dejarla preparada para la hora del brindis.
Mientras tanto, los hombres –que ya se habían trasladado al living como siempre, saboreaban un aromático café, discurriendo también sob re futbol y política.
Los más jóvenes, como siempre,  pusieron música y la reunión se animó cuando comensaron a ensayar nuevos pasos de rock.
Como siempre, la mesa presentaba el clásico pan dulce, frutas secas, varios postres que habían preparado las cuñadas y diversas golosinas. Para el brindis bebidas adecuadas y suficientes como para la ocasión.
Cuando llegó la hora esperada, como siempre brindaron y expresaron sus mejores deseos para el próximo año, pero, como nunca, un brillo intenso en los ojos, enturbió las  miradas de los tres hermanos.
                                                                            Madrid, diciembre 21 de 2012

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