jueves, 7 de marzo de 2013

El retrato literario

EL RETRATO LITERARIO
El retrato literario es el recurso teórico que nos presenta al personaje, nos lo hace visible, creíble y cercano. No es más que la comunión estilística que relaciona los rasgos físicos con los psicológicos. Acumula detalles de una o varias partes del cuerpo, describe las características de su vestimenta, de sus posesiones, y las vincula a su comportamiento. Su físico y su personalidad se reflejan en un espejo de palabras.
“Tichborne era un esbelto caballero de aire envainado, con los rasgos agudos, la tez morena, el pelo negro y lacio, los ojos vivos y la palabra de una precisión ya molesta; Orton era un palurdo desbordante, de vasto abdomen, rasgos de una infinita vaguedad, cutis que tiraba a pecoso, pelo ensortijado castaño, ojos dormilones y conversación ausente o borrosa”.
[ Fragmento de El impostor inverosímil Tom Castro, Historias universal de la infamia, de Jorge Luis Borges ].
En una novela, el retrato puede tener mucha más expansión que en el género literario del cuento. En este último caso, se apuesta por uno o varios detalles físicos y psíquicos que nos perfilen al personaje. Si retornamos al ejemplo de Borges y lo sintetizamos, podríamos retratar a Tichborne como un esbelto caballero de ojos vivos y la palabra de una precisión ya molesta. O bien a Orton como un palurdo desbordante de ojos dormilones y conversación ausente. Así, una parte de ambos significarían el todo, a modo de sinécdoque.
El retrato literario como técnica narrativa nace desde la descripción, pero avanza un peldaño creativo más. La descripción es un inventario de detalles anatómicos de los cuales elegimos el más característico, mientras que el retrato viste al personaje con su componente psicológico más definitorio. Así, sintetizamos en breves líneas las respuestas a dos preguntas claves: cómo es y quién es.
Dentro de las diferentes clasificaciones que existen sobre el retrato literario, Aviondepapel.tv te ofrece dos. Se trata del retrato estático y el retrato dinámico, cuyas diferencias te indicamos a continuación.
El retrato estático es una foto fija del personaje. Tomaría más peso la descripción física (prosopografía) que la de su carácter, moral o personalidad (etopeya).
Priman, por tanto, los sustantivos y los adjetivos, hecho que frena el tiempo de la narración. Es como si el narrador se detuviera un instante y nos bosquejara al protagonista.
La descripción física se expande, a menudo, con los emblemas que lo definen: cómo viste, de qué objetos se rodea, etcétera.
Quizás el primer capítulo de El Quijote, sea el ejemplo más certero. Cervantes nos sitúa en un lugar de la Mancha, describe quién es Alonso Quijano a través de sus posesiones (lanza en astillero, rocín flaco), nos adelanta su fisonomía (complexión recia, enjuto de rostro), se detiene en su apodo (Quijano, Quijote) hasta culminar con sus costumbres de obsesivo lector. Es el retrato estático escalonado más universal de la literatura.
El retrato dinámico, en cambio, ataca con más énfasis el comportamiento del personaje que
su anatomía. Mandan, por tanto, los verbos de movimiento que los sustantivos y adjetivos.
Retratamos al personaje “en marcha”; describimos sus gestos, su comportamiento, sus sentimientos, en definitiva, su personalidad ante los sucesos que le acontecen en la historia.
“Como era arrogante, por naturaleza y por hábitos de exsuboficial, arqueó el busto, se rizó el bigote con un gesto militar y familiar, y echó a los comensales rezagados una mirada rápida y circular, una de esas miradas de hombre guapo que se extienden como un esparavel”.
[ Fragmento de Bel Ami, de Guy de Maupassant ].
El retrato, por tanto, se sitúa a medio camino entre la descripción y la escena. Cuando priman los detalles físicos de una manera estática se escora hacia la descripción. Cuando manda el comportamiento del personaje para reflejar su personalidad a través de acciones, se acerca
mucho más a la escena.
ESCENA (personaje + acción + suceso + reacción)
 RETRATO (suma de detalles físicos y psicológicos)
 DESCRIPCIÓN (detalles)
Las diferencias entre estos tres términos parecen claras. La descripción son detalles que, cuando combinan rasgos físicos y psicológicos se transforma en retrato.
La escena se diferencia del retrato por simple estructura. Cualquier escena muestra un planteamiento, un nudo y un desenlace al que se suma un posible diálogo entre personajes.
FIN

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