MOSKIS
Moskis, es la palabra favorita demuestro héroe, usada tanto para demostrar asombro, como enfado, él es así, un
tipo peculiar.
Junto con su esposa March y sus hijos Lisa Bart y Magi, residen en Sprinfild, localidad situada en un lugar inconcreto
de la amplia geografía de los Estados Unidos de Norteamerica.
Como cualquier ciudad, Sprinfild, tiene su alcalde, el señor Quimbi, corrupto, y aficionado a las jovencitas de buen ver.
Su jefe de policía, Bigun, hombre de humanidad desmesurada, que junto a sus dos ayudantes, trata de mantener la ley
y el orden en la ciudad. La escuela local, dirigida por el señor Squiner, es modélica, ningún alumno que en ella curso sus
primeras letras, llego a destacar en el plano intelectual, la señorita Carapapel, amante de Squiner, y el temible irlandés
Willy completan la plantilla de la escuela.
Instalada en el contorno de la ciudad, esta la central nuclear, dirigida por Mongomery Barns, hombre más que cente-
nario, con un perfil semejante al de las aves carroñeras, a este elemento, está adherido Smicerses, hombrecillo dedicado
a satisfacer, los caprichos de su amo, Smicer venera a Monty Barns, tiene entreabierta la puerta del armario, aunque no
da él gran paso de salir de él.
Homer Simpson, nuestro protagonista, esta empleado en la nuclear, aunque, donde se emplea de manera concienzuda,
es en el bar de Mou, allí, una tras otra,ingiere jarras de cerveza, sin orden ni concierto, a esta tarea, se aplica con entusiasmo Barny, alcol
ico irredento, y Lenni, hombre flaco e intrascendente.
Homer, hombre de voluminoso abdomen, trasero formidable, y cabeza habitada por tres pelos, a desempeñado los más
diversos oficios, Conductor de tren, de quitanieves, feriante, boxeador, su nulidad intelectual hacen de él, presa facil pa-
ra discurrir las más estrafalarias ideas, inventor frustrado, fanático de las rosquillas, dulces, y todo aquello que sea abundante en calorías. Fanático del sofá, y por tanto, acerino enemigo de todo aquello que signifique ejercicio físico
Son muchos los defectos de Homer, pero todo lo compensa, con un enorme amor a su mujer e hijos, daría la vida por
ellos, aunque de una manera poco o muy poco convencional.
Homer es así desastroso y abnegado, simple y picaro bonachon e irascible. En definitiva un genio.
FIN
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