martes, 20 de noviembre de 2012

Juan Carlos Coronel "A ciegas"


 A CIEGAS
Como cada mañana, en el móvil de Manuel suena la canción de moda, a tientas Manuel busca la fuente de sonido para
pulsar la tecla de apagado, inicia el cotidiano ritual, Ducha rápida, café de bote, vestirse con sus impecables trajes, tomar
su portafolios y salir rumbo a la oficina, de la que no regresará hasta la noche. En el garaje le espera su flamante Citroën
color plata, impecable, sintoniza la radio y se zambulle en el denso trafico. Un velo distorsiona la visión de Manuel, este lo
atribuye a la ligera lluvia que cae sobre la ciudad, continua el camino adaptando la velocidad a las condiciones del trafico, una
vez en la N 4 el horizonte se despeja Manuel acelera la marcha aunque el velo de sus ojos persiste. El primer lapso llega en una
curva que toma a demasiada velocidad, Manuel comienza a sentir un ligero dolor en la frente, “ las cervezas de anoche”, piensa,
la vida de soltero no es buena, el dolor va aumentando y su visión cada vezes más borrosa, disminuye la marcha y trata de llevar
el coche hacia el lado derecho, por el retrovisor, atisba un bulto informe tras él, oye un chirrido de neumaticos, y un fuerte golpe
desplaza el coche contra el quitamiedos. Todo queda oscuro a su alrededor, escucha sirenas, voces alteradas y un enorme barullo
inunda su cabeza. Siente como le izan sobre una camilla, nota en la mano el pinchazo de una vía, y siente como una mano se posa
en sus ojos. Una subida de tensión ocular dice una voz con un fuerte acento andaluz.
Manuel se debate, trata de zafarse de aquella oscuridad, patea las sabanas, mientras Poveda sigue sonando en su teléfono. La leve
luz del aparato ilumina débilmente la mesita de noche.

FIN

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