lunes, 19 de noviembre de 2012

Nelly C. Piña "Frente a sí mismo"

FRENTE A SÍ MISMO
                                                            Nelly C. Piña
Había enviudado y ya no soportaba el vacío que había dejado la partida de su esposa. Decidió mudarse y comenzó a preparar las cosas que llevaría consigo. Inició esta tarea  revisando la biblioteca. No quería cargar con una cantidad de libros que ya no utilizaría. Algunos porque los conceptos que trataban ya habían sido superados por nuevos conocimientos; otros porque había leído y 
releído varias veces e incorporado su contenido; y finalmente aquellos de los que  podía prescindir porque trataban temas que estaban fuera del área de su interés. Enviaría a una biblioteca todo este material y seguramente allí podrían seguir prestando algún servicio.
Revisando la biblioteca se encontró con un álbún de fotografías que le despertó la curiosidad porque reparó que nunca lo había hojeado, o por lo menos no lo recordaba.  Sentado cóomodamente en su sillón preferido se dispuso a mirar aquellas fotos que nunca había vuelto a mirarn sin tener muy claro porque había sucedido esto, dado que todas las fotobgrafías que le pertenecían siempre las guardaba prolijamente en el álbum. Si bien, cuando comenzó el uso de las máquinas digitales se redujo notablemente el número de fotos impresas en papel, y cada vez tenía menos necesidad de manipular el álbum. Pero, ya embarcado en la tarea de liquidar cosas superfluas decidió revisarlo, pensando que también allíhabría algo para eliminar.

El álbum se iniciaba con fotos de cuando él tenía 15 años. Se lo veía rodeado de amigos, de compañeros de la escuela, en fiestas de cumpleaños, en los pic-nis del día de la primavera y no faltaba la clási ca foto vistiendo la camiseta de su equipo de futbol del cual era hincha apoyando un pie sobre la pelota nº 5 que ostentaba los mismos colores de la camiseta.
Estas imágenes le dibujaron una sonrisa en el rostro al recordar a sus amigos de esa época. No pudo evitar pensar dónde estarían ahora, qué habría sido de ellos ¿Cómo fue que se distanciaron? ¿Qué caminos habrán tomado? Se habrían casado y hasta tendrían hijos.
No tener respuestas para estas prevuntas le causó cierta desazón y comenzó a invadirlo una nostalgia que se hizo más intensa cuando se fueron desdibujando las imágenes de los compañeros y ocupó toda su atención su propia fisonomía.
Tuvo la impresión que el rostro de la fotografía lo miraba inquisitoriamente, como reprochándole, interrogándole: -¿Qué hiciste con mis sueños? ¿Qué hiciste para alcanzar aquellos ideales que seghún vos era el único objetivo de tu  vida y por los cuales valía la pena vivir?-
-Ibas a estudiar para disponer delosrecursos necesarios y así poder luchar para cambiar el mundo. Soñabas con encontrar una mujer con la cual formar una familia y te acompañara  en la empresa que te disponías a realizar. Sabías que era difícil, pero decías que: “Cuando uno está realmente convencido de lo que qjiere, no existen obstáculos que no puedas vencer.”
-Decías que: ‘No es justo que la miseria arrebate la vida de los recién nacidos que no pueden sobrevivir en el medio en que su infortunio los coloca.” “Tampoco era justo que un trabajador, por más bajo que sea su nivel de preparación, no pueda ganar lo suficiente para sobrevivir.” “¿No son estos también trabajadores?” “¿Quiénes hacen los  trabajos que no harían aquellos que están capacitados para otgra cosa?”
-También pregonabas por los derechos de las mujeres y los niños. Tenías un montón de opciones para elegir a qué dedicar tu empeño para luchar… Y ¿qué hiciste?
-Abandonaste los estudios y ni siquiera el secundario comletaste. Y no fue por causas de fuerza mayor porque tus padres podían seguir pagando tus estudios. Simplemente, no tenías ganas de hacerlo. Tampoco fue para ponerte a trabajar. Tu tiempo lo gastabas en reuniones de comité  donde más que para formarte como militante de un partido político, pasabas el tiempo en asados y comidas de camaradería.-
-El contacto con políticos de medio pelo te permitió conseguir un puestito desde el que no podías tomar ninguna decisión respecto de las necesidades del pueblo, y ni siquiera de tus allegados. Pero, a vos te permitía cubrir los gastos de ropas, y otras apariencias que necesitaba tu situación para continuar  obteniendo mezquinos beneficios con los cuales poder seguir manteniendo tus pretendidas funciones de político esforzado en la consecusión de beneficios sociales para la población.-
-Desperdiciaste mi vida y, ahora, aunque te arrepientas ya nada vas a poder reparar. Merecés todo mi desprecio..-
Apartó la vista de aquella imagen. Sintió una profunda angustia. Una fuerte opresión le impidió respirar. Su cabeza cayó sobre el pecho y el álbum a sus pies.
                         Madrid, 8/11/12

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