Juan Carlos Coronel "Doce más uno"

Doce más uno

Esta frase la usa el gran campeón Ángel Nieto, superstición, nunca creí en esas cosas, derrame sal, tuve una gata negra, me barrieron
los pies, rompí un espejo. Si todo eso atrajese la mala suerte, yo sería el ser más desafortunado de la tierra.
Tu camino te lo haces tu “ se hace camino al andar “y yo tengo algo caminado, acumule experiencias y ahora las pongo en practica, mi
gran fortuna tiene nombre de mujer, Ana, es la fría de nuestro dúo, la que pone el sentido común, ,la que sabe ponerle pausa a mi
impulsividad, la que me sujeto en los momentos duros.,
Cuando te conocí, va para 7 años, yo estaba contra las cuerdas, extrañaba a Liliana, me dolía en el alma saber que andaba con otro,
un gil empleado de banca, fanfarrón y más agrandado que calzón de gorda, una joya. Poco a poco con delicadeza me fuiste rehaciendo
me pusiste en valor, en nuestros innumerables paseos hablabas de lo que tu deseabas, del tipo de compañero que querías para andar
tu camino, no le ponías nombre pero lo hacías muy parecido a mi. Empezamos a caminar juntos.
Iniciamos nuestro camino, sin dificultades, hasta que en 2010 recibí un segundo golpe, en Marzo de 2010 ingrese en la Jiménez Díaz,
una neumonía complicada con un problema cardiaco, 10 días en UCI y 24 en planta, ni un solo día falto tu visita, en la UCI ni luego
en la habitación, verte me daba fuerza, nunca te vi decaer, una broma, un chiste, una caricia tuya era la mejor medicina. Una tarde
me hablaste claro, la única vez que te vi llorar.
- Juan tienes que ponerte bien, Juan por favor te necesito a mi lado no me puedes abandonar. Vamos gordo que tu puedes.
Aquellas palabras fueron el punto de partida, empecé a recuperarme de día en día, tomaba fuerza, tenía decidido acompañarte en
tu camino.
Me dieron de alta a mediados de Abril, el buen tiempo, comer sano y sabroso, y pasear a tu lado terminaron de ponerme a tono.
El cardiólogo me recomendó que solicitase la Incapacidad laboral absoluta, no estaba en condiciones de estar en la alle vendiendo,
así lo hice, me la concedieron. Te enseñe el papel y me puse a llorar
- Ya no puedo volver a vender charrita
- Y bien ¿ cual es el problema ?
- Que ya no sirvo
- ¿ Para que no sirves ?
- Para aportar mi parte Ana
-Te concedieron una buena pensión ¿ porqué no me dices la verdad ?
- Tengo miedo Ana es lo que quieres escuchar. me da miedo, quizás ya no me veas igual
- Que gilipollas eres, te da miedo que yo crea que porque no puedes trabajar eres menos hombre, te da miedo perder tu hombría Juan,
eso es te quiero como estas, no me importa porque lo que me importa eres tu tu salud, en una caja es cuando no me sirves para nada,
lo entiendes
- ¿ como eres tan fuerte ?
- Porque vivo con un luchador.
Nos abrazamos, y hasta hoy todo va sobre ruedas.

FIN