Juan Carlos Coronel "La otra vida"

LA OTRA VIDA

Cuando el cielo extiende su manto negro, el tráfico se pacifica, y el silencio reina en la ciudad, se inicia una corta, pero intensa
vida en los hogares, en cualquier hogar. Es el momento, su pequeño momento, los utensilios que nos sirven a los humanos, toman
voz; desde la pequeña cucharita de café hasta el gran televisor de 50 pulgadas. Todos tienen algo que contar. Su vida. Os aseguro que
así es, lo escuché por casualidad una bochornosa noche de verano en la que el insomnio me atacó de forma cruel.
Dando vueltas en la cama, empapado en sudor, fumando uno tras otro más de 10 cigarrillos, escuché un movimiento en la cocina, un siseo,
un leve susurro. Dos de mis vasos estaban conversando.
- Buenas noches Duralex
-Buenas porcelana ¿ cómo andas hoy ?
- psa, sin novedad
-cada día hay novedades amigo
-será para ti, lo mío siempre es igual, el humano me llena de leche, me introduce en ese aparato del demonio a dar vueltas, me saca
toma el contenido y me tira a la fregadera
-¿sabes que nosotros fuimos humanos ?
-Imposible, lo recordaría
-pues, sí, lo fuimos hace mucho tiempo, cuando los hombres usaban gorguera y las mujeres corsé
-¿ seguro ?
- sí, tú y yo fuimos nobles en palacio, cuando el sol no se ponía en el imperio, participamos en batallas, surcamos el mar ancho, conoci-
mos la belleza del nuevo mundo y tuvimos mucho poder, nos llamaban virreyes, a nuestra disposición había soldados. cientos de soldados. Oro , plata, esmeraldas, y toda clase de lujos, hasta humanos a los que llamábamos esclavos y a los que no tratábamos pre-
cisamente de manera muy humana, trabajaban de sol a sol sacando minerales de su tierra, para que nosotros nos los apropiásemos.
los obligamos a profesar nuestra fe, a hablar nuestra lengua, los sometimos por completo.
-¿ y cómo llegamos a ser vasos ?
- Eso mi querido amigo, te lo contaré otro día, empieza a clarear, él se levantará dentro de poco tiempo, te llenará de leche y a dar vueltas
-Gracioso, mañana continúas, estoy intrigado
-Pss, que ya suena la música, silencio.

FIN